Home > Noticias > Tendencias > El papel de los ciudadanos en una ciudad Inteligente

Tendencias

Tendencias (18 Noviembre 2015)

El papel de los ciudadanos en una ciudad Inteligente

Hace unos años nos imaginábamos el futuro repleto de robots y coches voladores, pero lo que no llegamos a imaginar era la sociedad conectada como la conocemos hoy en día. La aparición de los teléfonos inteligentes ha vislumbrado un sinfín de oportunidades y ventajas en el día a día de todas las personas.

Las oportunidades se presentan tanto para las empresas como para los propios usuarios. Si bien es cierto que de momento la mayoría de los avances se limitan al ámbito profesional, todo apunta a que en un futuro cercano nuestro Smartphone será tan imprescindible que dará pie a lo que conocemos como Smart City.

Una Smart City se puede describir como aquella ciudad que aplica las tecnologías de la información para garantizar un desarrollo sostenible, una mayor eficacia de los recursos disponibles, un incremento de la calidad de vida y una participación ciudadana activa. La clave para que las Smart Cities prosperen radica en este último punto. La capacidad de todos para aportar un flujo de información contextualizada es básica, cuanto más se involucre a los ciudadanos, mayor será la comprensión que tenga la ciudad sobre las preocupaciones reales de sus habitantes.

En este sentido, se debe medir la satisfacción de los ciudadanos, el coste de los servicios y la sostenibilidad. Para ello es necesario tener conocimiento de datos básicos sobre el estado del entorno, las necesidades de sus habitantes y los sentimientos que despiertan la gestión y administración de la urbe en forma de críticas y alabanzas.

La interacción con los ciudadanos aporta información cuantitativa y cualitativa, si se analizan sus gustos, hábitos y necesidades expresados normalmente a través de las redes sociales, servicios de emergencias o cualquier otra gestión particular. Los propios ciudadanos, a través de sus emociones, ayudan a mejorar estas ciudades inteligentes. Igualmente, permiten a las administraciones medir, prevenir y reaccionar analizando tendencias, identificando problemas y actuando en consecuencia.

No cabe duda de que la transformación es inminente, los datos así lo avalan, según diversos estudios las Smartapps crecerán a más de un 54% en el próximo año, los Web chat crecerá hasta un 70% y el uso de las redes sociales pasará de un 43% al 70% en tan solo un año.

En definitiva, parece que las urbes como las conocemos hoy en día desaparecerán en un futuro cercano para dar paso a las ciudades inteligentes. En ellas, el ciudadano dejará de ser una parte importante para convertirse en una pieza fundamental. Seremos nosotros los sensores de información, los que permitiremos los avances, y gracias al análisis de nuestro comportamiento se podrán prever las tendencias de futuro.